Pachuca tiene de cliente al América: los Tuzos a la final de la Concachampions
Pachuca mandó a las Águilas a volar. Los tuzos se convirtieron en uno de los pocos equipos que pueden presumir paternidad frente al América. Gracias a la personalidad de su técnico, el carácter de sus jugadores y el descaro de sus jóvenes, Pachuca venció 2-1 al América.
Y es que el cuadro Tuzo supo soportar la presión intensa del equipo de André Jardine. La capacidad de asombro continuó, pues sentenciaron la llave con un 3-2 global que manda a los tuzos a la disputa por el título continental. ¡Aquí está Papachuca!
El Huracán vibró como en sus mejores tardes. El alma de los históricos Tuzos como Calero, Caballero, Chitiva y Gómez inundó el césped y la grada, el tifo dejó un marco espectacular, digno de una semifinal.
América no se inmutó ante el reto. Las Águilas salieron con las ganas de tener el esférico, pero un golpe lo dejó fuera por unos minutos. Cáceres cayó fulminado, su rodilla se tronó cuando el minuto dos transcurría. El uruguayo abandonó entre lágrimas el terreno de juego, mientras que los cremas parecían noqueados.
La ausencia del charrúa se notó de inmediato. Lichnovsky regaló un rebote. El chileno tapó un pase de Rondón, la pelota golpeó al americanista y quedó para Rodríguez. Solito, frente a Malagón, no perdonó.
Pachuca vió herido al América y siguió con el ataque. La velocidad volvió a ser la característica del equipo de Almada, que terminó por asentar el segundo en una jugada en la que el Chiquito Sánchez puso a prueba a Malagón. Luis Ángel tapó, el rebote le quedó a Deossan, con clase, el colombiano golpeó el palo y la mandó a la red.
Henry Martín anotó su gol 101 con América ante Pachuca
América vivió sus peores momentos y tuvo que ser rescatado por el líder de la parvada. Henry Martín levantó al cuadro amarillo con personalidad. Se sacrificó en todo momento y su recompensa llegó en un centro de Zendejas, en el que cabeceó para devolver a las Águilas a la contienda.
El juego se hizo de ida y vuelta. Zendejas, Valdés y Henry hicieron de las suyas. Martín, en el momento clave, echó la pelota a la grada. Nadie en el estadio creyó la increíble falla de la Bomba yucateca. La batalla se tranquilizó, el descanso llegó a Pachuca.
